Nombre completo: Isabel Ureña Gómez Idiomas durante la carrera: (B) Inglés (C) Árabe Especialidad: Traducción

 

¿Por qué elegiste Granada para estudiar Traducción e Interpretación?

Elegí Granada porque era y es la mejor facultad para estudiar Traducción e Interpretación. Además, Granada me parecía una ciudad muy interesante para vivir.

 

¿Qué fue, para ti, lo mejor y lo peor de la carrera?

Lo mejor fue sin duda la gente que conocí y con los que todavía mantengo el contacto. Lo peor fue el contenido del primer ciclo: demasiada teoría. Después de tantos años traduciendo, creo que de poco me ha servido.

 

¿Cuál fue tu destino de Erasmus? Comparte tu impresión general de la experiencia

Mi Erasmus fue un tanto distinto al del resto de mis compañeros de Lengua B. En cuarto de carrera me lie la manta a la cabeza y me fui a Jordania. Fue una experiencia única: una cultura totalmente distinta —si bien los mediterráneos de un lado y otro tenemos más en común de lo que nos imaginamos—, un idioma nuevo (bueno, mejor dicho, dos idiomas nuevos: árabe estándar y árabe dialectal) y una forma de ver la vida muy diferente a la nuestra. Me gustó tantísimo la experiencia que volví a pedir una beca Erasmus, esta vez la Erasmus Mundus, para continuar estudiando en Jordania. Aunque me quejo mucho de Jordania y de mis queridos jordanos, caló tanto en mí esta experiencia por partida doble que decidí quedarme. ¡Y aquí sigo ocho años después, que se dice pronto!

 

¿Qué hiciste después de la carrera? (estudios, trabajo)

Tras terminar la carrera estuve trabajando en lo que me iba saliendo, sobre todo como traductora de árabe, español e inglés en agencias de traducción y responsable de ventas en agencias de turismo. Aunque la conocida Primavera Árabe no sacudió Jordania como a otros países de la zona (Túnez, Egipto o Siria), tuve la suerte de poder vivirla en primera persona en Amán. Todo ese despertar, todas esas ansias de cambiar el statu quo que ha marcado las políticas de la zona desde la independencia de los países árabes, toda la ilusión de los jóvenes de, por una vez, formar parte del juego político de sus países me llevaron a estudiar un máster en Estudios de Paz y Resolución de Conflictos en una universidad jordana, programa impartido totalmente en árabe. Para pagarme los estudios, eché mano de la traducción para poder sobrevivir (o malvivir) en este país que, aunque parezca mentira, es el más caro de toda la zona si lo comparamos con el salario medio de los jordanos (para que os hagáis una idea, el salario mínimo ronda los 200 euros).

 

¿A qué te dedicas ahora?

En 2013 comencé mi andadura por el mundo de la cooperación internacional de la mano de una ONG española. Aprendí muchísimo de la mano de mi jefe y gran amigo Jose: desde redactar informes de seguimiento y evaluación hasta formular nuevos proyectos. Sin embargo, la falta de trabajo en terreno me llevó a trabajar con organizaciones locales o de base. Actualmente trabajo en una organización local cuyo cometido es establecer en Jordania los cimientos de algo tan necesario y básico como el diálogo y el debate. En estos últimos meses he estado trabajando como investigadora para apoyar a los grupos de debate que esta organización ha establecido en el último año, así como responsable de diseño y formulación de nuevos proyectos. Gracias al nuevo proyecto que estamos implementando en dos regiones de Jordania, también voy a empezar a trabajar como formadora en lo que he estado trabajando estos últimos años: evaluación de necesidades y formulación de proyectos.

Cuando el trabajo me lo permite, también traduzco para varios clientes que tengo desde hace años y trabajo también de intérprete para organizaciones o empresas que vienen a Jordania para dar a conocer la situación actual de los refugiados sirios en este país.

 

¿Dónde vives actualmente?

En Amán, la capital del Reino Hachemí de Jordania.

 

¿En qué situación (laboral) te ves dentro de 5-10 años?

Trabajar directamente en terreno te permite saber cuáles son las asignaturas pendientes de una joven sociedad civil que tiene mucho por lo que luchar. Mi idea es continuar trabajando de pleno en la sociedad civil de este país haciendo lo que más me gusta y mejor se me da: evaluar necesidades, diseñar proyectos y trasladar una realidad muy mediatizada del árabe al inglés y el español.

 

¿Qué consejo le darías a alguien que se plantea ser traductor?

Ser traductor es mucho más que trasladar palabras de un idioma a otro. Conocer las realidades, las culturas, las costumbres de las sociedades que hablan nuestra lengua meta es esencial para producir textos de calidad que reflejen todo lo que el autor ha querido expresar. Y aunque internet ha eliminado muchas barreras en muy poco tiempo, creo que es esencial convivir y estrechar lazos con dichas comunidades.

También, por mi experiencia personal, creo que es muy importante especializarse en uno o dos ámbitos como mucho. Al principio solía traducir todo lo que me llegaba; ahora, solo traduzco textos de los ámbitos que he conseguido dominar gracias a mi experiencia laboral fuera del contexto de la traducción.

 

¿Por qué decidiste no dedicarte a la traducción?

En su momento consideré que era muy importante trabajar en algo más aparte de la traducción para poder adquirir nuevos conocimientos y afianzar terminología. Mi experiencia laboral en el ámbito de la cooperación internacional y la investigación me ha servido para conseguir nuevos clientes y participar en proyectos muy interesantes.

 

¿Te ha ayudado tu formación académica como traductor en tu puesto actual?

Sin duda alguna. En muchísimas ocasiones tengo que traducir documentos del árabe al inglés y viceversa para distintos donantes. Asimismo, mi formación como traductora me ha servido para colaborar en distintos proyectos como el que estoy desarrollando ahora mismo con una organización nueva en Jordania para la que traduzco artículos del árabe al inglés y el español.

Contacto: Twitter y blog.

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Irene Corchado Resmella es traductora independiente en Edimburgo. Además de Chartered Linguist y miembro del CIOL, es traductora jurada inglés<>español nombrada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Como traductora jurídica, se especializa en derecho de sucesiones de Inglaterra y Gales, España y Escocia. También es miembro afiliado de STEP. ICR Translations está registrado con ICO y cuenta con seguro de responsabilidad civil.

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