Algunas empresas se plantean crear un equipo de redactores de contenido, pero no pueden permitirse pagar un número X de sueldos a gente en plantilla. Otras sí pueden permitírselo, pero se preguntan si no sería una mejor opción trabajar con autónomos.

Contar con un equipo de redactores en plantilla tiene muchas ventajas, pero trabajar con autónomos puede aportar muchísimas cosas a tu negocio, desde motivación a nuevas ideas o más productividad; incluso puede hacerte ahorrar dinero.

Si no tienes claro si trabajar con profesionales autónomos* es lo mejor para tu empresa, aquí tienes una lista de buenos motivos para hacerlo.

Productividad

Las fechas de entrega siempre se cumplen

Un redactor de contenido autónomo no acepta proyectos que no pueda entregar para la fecha exigida, lo que garantiza que los plazos de entrega se cumplan (a menos que ocurra algo grave que no pueda evitarse).

Son más productivos

No todo el mundo trabaja bien en una oficina. Muchos no se concentran en ambientes ruidosos donde los teléfonos no paran de sonar, la gente hable a voces justo detrás de ti o el compañero de mesa mastique con la boca abierta. Escribir y traducir son actividades que requieren una gran concentración y mucha gente no puede trabajar con música. Además, tener horarios de trabajo fijo te impiden tomarte el largo descanso que necesitas para continuar.
En general los redactores autónomos suelen ser más productivos que los que trabajan en plantilla, debido a que los autónomos pueden elegir dónde y cuándo trabajar. Si no consiguen escribir demasiado en casa, pueden ir a una biblioteca o cafetería. Si se atascan, pueden hacer un descanso largo para ir al gimnasio, hacer la compra o dar un paseo y volver con la mente despejada para seguir.

Se mueven en ambientes que facilitan la escritura

Escribir es una tarea creativa y la creatividad llega cuando uno menos lo espera. Poder trabajar en distintos lugares ayuda a generar nuevas ideas que mejoran los textos.

 

Ventajas

Pueden sacarte las castañas del fuego cuando algo sale mal

Las grandes empresas suelen tener en marcha procesos complejos y cualquier decisión requiere la autorización de una larga cadena de personas. Es comprensible (y, algunas veces, también inevitable) que un proyecto no salga adelante o se pierda en la cadena. Alguien puede fácilmente olvidar hacer un seguimiento, no recibir un email o pensar que otra persona ya se está encargando de ello. Si la fecha de lanzamiento de tu campaña está al caer y tus redactores en plantilla ya están desbordados con otros proyectos, un redactor autónomo es la mejor solución.

 

Son flexibles

Como antigua redactora en plantilla puedo afirmar que hay muy poca flexibilidad en cuanto a tiempo se refiere. Tienes que asistir a reuniones y trabajar en todos los proyectos de contenido que se presenten, sí o sí. Si no consigues terminar un texto al finalizar el día, el texto no estará listo hasta bien entrado el día siguiente. Contar con un redactor autónomo de confianza que pueda ayudarte con esos pequeños encargos urgentes de última hora es muy útil, a pesar de tener que pagar, quizá, algo más por la urgencia.

 

Ahorro

Ahorras dinero en sueldos, Seguridad Social y beneficios de empresa

Una de las principales ventajas de trabajar con autónomos es que no tienes que preocuparte de sus impuestos y su Seguridad Social, ya que ellos se ocupan de pagarlos. Tampoco tendrás que convencerles de colaborar contigo ofreciéndoles planes de pensiones, descuentos en gimnasios o seguros de viaje.

 

No pagas por el tiempo desperdiciado

Admitámoslo: los redactores en plantilla no se pasan las ocho horas de trabajo al día escribiendo, pero aun así tú les pagas un sueldo como trabajador a jornada completa. Colaborar con un autónomo significa no pagar por el tiempo desperdiciado, sino únicamente por proyectos entregados.

 

No necesitan formación

Si tu empresa ha decidido crear un equipo de redactores de contenido en plantilla seguramente contrate a jóvenes con poca experiencia e imparta un cursillo de formación interna para así ahorrar dinero en sueldos, dado que los redactores con mayor experiencia reciben sueldos más altos. ¿Por qué no trabajas con redactores autónomos con experiencia? No tendrás que pagarles un sueldo como a los redactores en plantilla y los empleados encargados de la formación de los nuevos podrán usar ese tiempo haciendo algo más productivo, como gestionar la estrategia de contenido. Elige a un redactor de contenido autónomo no solo con experiencia, sino también con buenos conocimientos del sector de tu empresa. Tras una videollamada en Skype para hablar de los elementos básicos de la colaboración y el proyecto y el envío por tu parte de un documento explicativo con instrucciones precisas, solo queda comenzar a escribir. No necesitan nada más.

 

Motivación

Les encanta lo que hacen

Los autónomos son, normalmente, gente motivada a la que le encanta su trabajo (si no, estarían haciendo otra cosa). Pueden elegir qué proyectos aceptar y cuáles no, ya sea porque no son de su campo de especialización o porque, simplemente, no les interesen. Esto significa que si colaboran con tu empresa puedes estar seguro de que han investigado antes sobre tu empresa y quieren trabajar contigo.

 

Están más motivados que los redactores en plantilla

Esto se debe a varios motivos:
•Poder elegir los proyectos, la ubicación y el horario de trabajo.
•No tener que asistir a reuniones largas (y, en muchos casos, prescindibles).
•Estar menos expuestos a distracciones humanas y tener la libertad de tomarse un descanso cuando sea necesario.
•No depender económicamente de un único cliente. Como trabajan para diversos clientes, pueden rechazar los proyectos que no deseen y quedarse únicamente con los que más les interesen.

Profesionalidad

Aportan nuevas ideas y puntos de vista

Colaborar con un profesional autónomo puede darle mejorar los resultados de tu negocio aportando nuevas ideas y sugerencias a tu estrategia general de contenido, así como un punto de vista distinto.

 

Tienen una mentalidad de pequeños empresarios

Ser autónomo requiere mucho más que escribir, traducir o revisar textos. Los autónomos son también sus propios gestores de proyectos, gestores, secretarios, responsables de ventas y marketing, investigadores de mercado y gestores de redes sociales, entre otras cosas. Piensan como (pequeños) empresarios y, como tales, muestran una actitud profesional (o deberían). Los autónomos desarrollan una serie de destrezas que muchos empleados no tienen, simplemente porque sus responsabilidades se limitan a las de su puesto en concreto. Los autónomos saben cómo tratar con distintos tipos de clientes, cómo promocionar un proyecto, cómo organizar y priorizar tareas, como conciliar el trabajo y la vida personal y son resolutivos por naturaleza.
*Con «profesionales autónomos» me refiero a eso, profesionales autónomos, y no a empleados a jornada completa que se sacan un dinerillo extra traduciendo o escribiendo durante los fines de semana.

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IRENE CORCHADO RESMELLA es traductora y redactora de contenido residente en Edimburgo. Tras trabajar como editora de contenido en plantilla para dos importantes marcas de alojamiento turístico, actualmente se especializa en traducción de marketing y redacción de contenido para el sector turístico y trabaja con empresas y agencias de marketing turístico. Cuenta con un certificado en Inbound Marketing, es una viajera frecuente y la autora de dos blogs: Piggy Traveller y The Curiolancer.

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