Hace unos meses mi novio R y yo terminamos de ver la segunda temporada de Vis a vis, que en inglés han llamado Locked Up. Verla con subtítulos en inglés me ha permitido analizar las decisiones de traducción y a R aprender léxico poco recomendable como «chichi», «papo» o «hija de puta».

En las series de televisión, al igual que las obras de teatro, la poesía o las campañas de marketing, se recurre mucho a la adaptación como estrategia de traducción, dada la abundante presencia de elementos con una gran carga cultural ajenos a la cultura del público receptor. Una de las primeras cosas que me llamó la atención al empezar a ver la serie fue la estrategia de suavizar los insultos en los subtítulos en inglés. La frecuencia y la intensidad de los insultos en los subtítulos era mucho menor en inglés que en español.

En uno de los capítulos de la segunda temporada hay una escena en la que el guardia de seguridad Palacios se acerca a una presa para recriminarle que esté de pie parada sin hacer nada y le dice «Qué, ¿te traigo unas pipas?». Los subtítulos en inglés decían lo siguiente: ‘Shall I bring some crisps?’.

A R, que aún no tiene un español fluido pero el vocabulario gastronómico lo tiene bastante dominado, algo no le cuadró.

«Ha dicho pipas. En español ha dicho pipas, no patatas fritas».

Se quedó tan sorprendido que paramos la serie para hablar del motivo por el que esa frase no se había traducido de forma literal.

Este es un claro ejemplo de adaptación cultural como estrategia de traducción. El término original en español tiene equivalencia exacta en inglés (seeds), pero no vale en este contexto específico, debido a la gran carga cultural que tiene en español. Los españoles asociamos las pipas con las actividades de descanso y ocio. Comemos pipas en el parque, mientras vemos una película o en una terracita. Por eso el guardia de seguridad le dice «Qué, ¿te traigo unas pipas?» de forma sarcástica a la presa.

Aunque en el Reino Unido también existen las pipas, nadie las come como aperitivo. En los supermercados las encuentras en la sección de comida turca y oriental o en la de harinas y panes. Los británicos asocian las pipas con el pan o el desayuno, ya que las comen en panes o las agregan a cereales y yogur. Nadie las asocia al ocio.

Como vemos, el mismo término tiene distintas asociaciones y evoca cosas diferentes en cada cultura. Si se hubiera traducido «pipas» por seeds el receptor no habría entendido el mensaje y no sabría qué tienen que ver las pipas con que la presa esté parada sin hacer nada. El espectador británico se habría quedado tan confundido como uno español si en la versión original el guardia hubiera hablado de tomates o cualquier otro alimento que no tuviera relación alguna con el ocio.

¿Qué se ha hecho en este caso para conseguir hacer llegar el mensaje al público británico? Se ha optado por una estrategia de traducción que consiste en buscar un equivalente funcional, en lugar de uno léxico. Es decir, se ha buscado un término que cumpla la misma función en el contexto que el original, aunque no signifique lo mismo que el término en español. Dado que en el Reino Unido las patatas fritas de bolsa son el aperitivo más consumido (tanto es así que en los supermercados venden paquetes tamaño gigante de 18 bolsas), crisps ha sido el término elegido.

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Irene Corchado Resmella es traductora independiente en Edimburgo. Además de Chartered Linguist y miembro del CIOL, es traductora jurada inglés<>español nombrada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Como traductora jurídica, se especializa en derecho de sucesiones de Inglaterra y Gales, España y Escocia. También es miembro afiliado de STEP. ICR Translations está registrado con ICO y cuenta con seguro de responsabilidad civil.

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