Hoy comparto contigo mi experiencia como traductora e intérprete voluntaria en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Sochi 2014. Espero que te sirva de ejemplo y referencia si algún día te planteas este tipo de voluntariado.

¿Cómo me enteré de esto?

No recuerdo exactamente cómo llegué a la página de Sochi 2014. Llevaba meses buscando una excusa para volver a Rusia y el caso es que descubrí el voluntariado para traductores de casualidad.

Debo decir que ignoraba por completo la existencia de este tipo de voluntariado. Asociaba a los voluntarios de los Juegos Olímpicos con otras funciones y daba por hecho que para acontecimientos de tal envergadura contrataban a traductores e intérpretes profesionales experimentados (y lo hacen, pero una cosa no quita la otra).

 

Proceso de selección

Desde el momento en que me registré en la página oficial de los Juegos en septiembre de 2012 hasta que recibí la confirmación de mi aceptación pasó un año entero. El proceso de selección fue largo y pesado, donde no faltaron los pequeños contratiempos.

Tras registrarse en la página había que completar un perfil personal con todo tipo de datos: información personal, formación, experiencia profesional, habilidades, información sobre tu familia cercana (sí, en serio). Dentro de la página personal de cada voluntario había material informativo sobre los Juegos que había que leer.

En febrero de 2013 llegaron las pruebas. Me hicieron un test escrito de inglés, otro de italiano, una pequeña prueba de interpretación consecutiva español>ruso y una entrevista por Skype en inglés y ruso. Y casi siete meses después me dieron la buena noticia: me habían seleccionado.

A partir de ese momento comenzó un intenso intercambio de correos electrónicos con una de las responsables del departamento de traducción durante los Juegos. Que si «envíame una copia del pasaporte», que si «firma el contrato de colaboración y envíamelo escaneado», que si «ahora envía dos copias originales por correo ordinario», que si «mándame otra vez la copia del pasaporte», que si «tienes una semana para comprar tu vuelo y mandarme los datos»… Esta parte fue, sin duda, la más estresante de todo el proceso. Pero, si ya has viajado a Rusia, sabrás que hay que hay que armarse de paciencia y respirar hondo para no desesperar con la burocracia rusa.

La última parte del proceso de selección (aunque ya me habían seleccionado había aún pruebas que aprobar de forma obligatoria para asistir a los Juegos) fue un cursillo de formación a distancia de unas 40 horas bastante intenso, todo hay que decirlo. Constaba de cuatro módulos con información sobre los Juegos, cómo tratar con personas con discapacidad, traducción e interpretación en diversos contextos y situaciones y los lugares de celebración de las competiciones.

Había que leerse toda la información, ver vídeos y aprobar una prueba tipo test de cada unidad, además de una prueba general de cada módulo y una prueba final.

Experiencia en Sochi 2014

Llegada y formación previa a los Juegos

A pesar de que los Juegos duraban poco más de una semana (7-16 de marzo) el periodo mínimo de voluntariado era de tres semanas.

Los primeros días los dediqué principalmente a conseguir la acreditación y el uniforme, lo que me llevó en total más de 8 horas de cola y varios viajes en autobús. También asistí a una charla para voluntarios internacionales sobre diferencias culturales y curiosidades sobre Rusia. Todo muy básico, la verdad, pero supongo que le vendría bien a quien fuera a Rusia por primera vez.

Durante la semana anterior a los Juegos no hubo prácticamente actividad para los voluntarios, por lo que la jornada transcurría plácidamente en la oficina mientras hacíamos glosarios y leíamos noticias y documentos sobre la organización de los Juegos y las diversas competiciones.

Alojamiento y condiciones

Hay que destacar que, por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos se proporcionaba alojamiento y manutención gratis a los voluntarios. El voluntariado en Rusia es casi inexistente y, personalmente, creo que sin este incentivo el número de voluntarios que participaron se habría reducido considerablemente.

Los voluntarios del Parque Olímpico vivíamos en un complejo residencial en habitaciones compartidas con vigilancia permanente y controles de entrada y salida. La comida era bastante básica y comí tal cantidad de arroz y pollo que he tardado casi un mes en volver a comerlos desde que volví. Pero tampoco era para quejarse, era gratis al fin y al cabo y con lo que compraba en la tienda que había junto a mi edificio me las apañaba.

Si hay que poner pegas a algo destacaré dos cosas: que no se podía apagar la calefacción y que no había wifi en la habitación. En Rusia la calefacción no se puede regular. El gobierno la enciende de forma automática en octubre y la apaga en abril, así que si estás en el Cáucaso a 18 grados en pleno marzo lo único que puedes hacer es abrir la ventana y puede que no sea suficiente.

Durante los Juegos

Con la llegada de los primeros deportistas los voluntarios comenzamos a tener algo de actividad; unos más y otros menos, según las combinaciones lingüísticas de cada uno. Sin embargo, no teníamos tareas definidas cada día, sino que simplemente debíamos estar disponibles por si surgía la necesidad de contar con un intérprete consecutivo o traductor.

Asistí en varias ocasiones a entrenamientos de equipos de hockey sobre hielo sentado, pero los jugadores nunca llegaron a hablar con los periodistas allí presentes, por lo que no hubo necesidad de interpretar, lamentablemente.

A pesar de que el italiano no es ninguna de mis lenguas de trabajo lo hablo con cierta fluidez y  sorprendentemente fue el idioma que más utilicé durante los Juegos. Un gran número de deportistas italianos que no hablaban ruso ni inglés y la falta de intérpretes voluntarios de italiano fueron el principal motivo.

Entre las tareas que llevamos a cabo puedo mencionar interpretaciones de enlace en el Centro de antidopaje, interpretación consecutiva en presentaciones oficiales y la traducción de certificados médicos y otros documentos de carácter general. También hicimos labores de acompañamiento a deportistas y apoyo en la organización de conferencias y charlas.

Aspectos positivos

  • Practiqué mi lengua C (ruso) de forma intensa durante 3 semanas.
  • El alojamiento y la manutención fueron gratuitos.
  • Pude asistir gratis tanto a entrenamientos como a competiciones de hockey sobre hielo sentado, curling en silla de ruedas o esquí alpino.
  • Ahora cuento con varios glosarios muy completos de temática deportiva y médica en mis tres lenguas de trabajo que me van a ser útiles en el futuro.
  • Me ha permitido viajar a una zona de Rusia que no conocía y aprender sobre su cultura y tradiciones.
  • He conocido a muchos voluntarios, en su gran mayoría rusos, con los que comparto intereses y expectativas profesionales.
  • Recibí un certificado por mi participación en los Juegos.
  • Tengo el tan criticado y colorido uniforme de Sochi 2014 de recuerdo.

Aspectos negativos

  • El vuelo me salió carísimo.
  • El proceso de selección fue largo y pesado y hubo algo de desorganización a la hora de informar sobre el curso de formación en línea.
  • No hubo tanta actividad diaria como esperaba.
  • No había casi demanda de intérpretes de español en la Villa Olímpica, por lo que no tuve mucha oportunidad de traducir e interpretar a mi lengua materna.
  • Hubo bastante desorganización y desinformación los primeros días.

Conclusión

Como en todo, la experiencia tuvo sus cosas positivas y negativas pero, en general, estoy muy contenta de haber sido partícipe de los Juegos y puedo decir que ha sido positiva, gratificante y ha valido la pena (y la espera).

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¿Has tenido una experiencia similar? Cuéntamela en los comentarios.

Irene Corchado Resmella es traductora independiente en Edimburgo. Además de Chartered Linguist y miembro del CIOL, es traductora jurada inglés<>español nombrada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Como traductora jurídica, se especializa en derecho de sucesiones de Inglaterra y Gales, España y Escocia. También es miembro afiliado de STEP. ICR Translations está registrado con ICO y cuenta con seguro de responsabilidad civil.

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